En 1854, la isla de Alcatraz se convirtió en el emplazamiento del primer faro de la costa oeste de Estados Unidos. Su faro ayudaba a los barcos a navegar por las aguas de la bahía de San Francisco, a menudo neblinosas y traicioneras. Aunque la estructura original fue sustituida posteriormente, el faro sigue en pie como símbolo de la larga historia marítima de la isla.